Elaborado con la variedad Xarel·lo y procedente de un único paraje, La Capella, también parte de un suelo particular, de donde se obtiene una uva de mucho carácter y nervio, algo fundamental para este cava con un potencial de crianza único.

La Capella es un cava fruto de la inquietud de la familia Juvé en la constante búsqueda de la excelencia. Realiza 108 meses de crianza sobre lías finas, con una producción limitada de 3.000 botellas. Estructura, complejidad y un frescor sorprendente son las señas de identidad de este excepcional cava. Destacan las notas de madurez y al mismo tiempo de frutas blancas, un balsámico excitante y unas notas de pastelería fina y frutos secos. En boca es fino, elegante y con una maravillosa integración del carbónico; finura, madurez y equilibrio son algunas de las características de este gran cava.

Juvé & Camps se abre paso dentro de los Cavas de Paraje Calificado con La Capella, cuya uva procede de la finca de Espiells, concretamente de la parcela que le ha dado el nombre al cava. Un paraje único de 7 hectáreas con xarel·los de más de 35 años, de los que sólo 0,7 hectáreas cultivadas en vaso se dedican a la elaboración de La Capella. La singularidad de este viñedo reside en un suelo desarrollado a partir de lutitas o areniscas, moderadamente profundo (40-80 cm), de buen drenaje, textura media y con pocos elementos gruesos (5-15%).

Juvé & Camps ha apostado desde sus inicios por las largas crianzas y los cavas de prestigio. Cava de Paraje Calificado, distintivo de calidad que ahora ostenta La Capella, remarca la exclusividad de los cavas que se diferencian por su trazabilidad, desde el proceso que viven en la viña, la vendimia manual, su cuidada elaboración y posterior crianza.

Cava de Paraje Calificado
Es el nuevo distintivo para los cavas procedentes de un paraje calificado determinado de la DO Cava, un reconocimiento de alta calidad. Para formar parte de esta categoría, se tienen en cuenta que las condiciones edáficas y microclimáticas sean las propias de un espacio determinado. Así, las uvas se obtienen junto a unos criterios de calidad tanto en producción como en su elaboración que propician unas características singulares en los cavas.

Para ello la viña debe tener una antigüedad superior a los 10 años y un rendimiento de producción por hectárea de un máximo de 8.000 kg, contando siempre con una vendimia manual. La crianza mínima en botella debe ser de 36 meses, elaborado en los tipos Brut o Brut Nature y siempre con cavas de añada.